La enfermedad del bocado

Tendida de la pinza firme
de las piernas,
caminan por mí
mis obligaciones.

Cayó el paragüas
que protege de ellas,
las culebras;
y pude hablar de mi deseo

Artístico
sutil
da luz al pecho de ilusión
y nadie sabe...
Binario y aire
calmo y piano
rebelde y soez
familiar y agudo.

La enfermedad del bocado
repara apetencias.



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